Las personas jóvenes suelen pensar que nada va a sucederles y no acostumbran pensar en fatalidades, mucho menos en la muerte cuando están en la plenitud de la vida. Por lo tanto, es poco probable que se cuestionen la necesidad de contratar un seguro de vida, salvo que ellos mismos hayan experimentado alguna situación cercana de fallecimiento a una edad temprana.
Determinar si a pesar de ser joven debes preocuparte por informarte acerca de los seguros de vida y evaluar la posibilidad de adquirir uno, dependerá de tu situación en particular. Si eres soltero y no tienes personas a cargo, quizás no te importe demasiado el tema. Pero, si en cambio, a pesar de ser joven y no tener obligaciones solventas en parte los gastos de tu casa junto a tus padres y en caso de que faltes tú es posible que su situación financiera empeore, deberías pensarlo.
También debes pensarlo si a pesar de ser joven estás casado y más aún si tienes hijos. Uno nunca piensa en la muerte como algo que le pueda pasar si es sano y joven, pero la muerte no solo sobreviene cuando se es mayor y se padece enfermedades. A lo largo de la vida se puede sufrir cualquier tipo de accidentes, los que pueden generar la muerte o incapacidades absolutas. Es bueno ser previsor y pensar en aquellas personas que pueden quedar desamparadas si te pasa algo.
Ten presente que cuanto más joven y sano eres, y cuanto más sana es tu forma de vida (si no fumas, bebes, te ejercitas), los seguros de vida son más baratos. Por ello, no resultará muy costoso para tus finanzas contratar uno y sí te dará mucha tranquilidad saber que no dejas a tus seres queridos sin protección en caso de que ocurra una desgracia.
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